La determinación de una niña de doce años por llegar al fondo del crimen que se llevó a su hermano cuando ella era solo un bebé. Muy lejos de la sensiblería y muy cerca de la gran literatura en la tradición de los mejores narradores del siglo XIX, Donna Tartt nos devuelve al tiempo de nuestra infancia con Un juego de niños, una novela tan hermosa como esas largas tardes de verano en que todos, alguna vez, hemos tenido miedo de crecer.