"«Ni ariscos ni aburridos ni tan independientes como los pintan. Olvida todo lo que crees saber acerca de los gatos. Sus capacidades emocionales han sido infravaloradas, reflexiono mientras Frida regresa, esta vez, para colocarse entre mi cara y el portátil. Sabe de sobra que no podré resistirme y que le caerán besitos en el cogote mientras escribo. ¿Quién es capaz de ignorar esas cabecitas tan suaves que tienen nuestros gatos?»