No es fácil localizar una figurita escondida en una tarta, asaltar una nevera o influir en la profe para conseguir un recreo interminable. Menos mal que Anatol conoce todos los trucos. Pero no se lo digáis a nadie... ¡Es ultramegasecreto! Con su pelopincho y tramando una travesura por segundo, Anatol encadena un desastre tras otro a un ritmo endiablado.