Este libro estimulante y sorprendente, lleno de historias inesperadas, observaciones y conexiones deslumbrantes, nos ofrece una perspectiva original de la historia de Europa. Y nos recuerda que la nave del Estado -según la memorable metáfora de Platón- 'no navega para siempre. Las naves a veces capean las tormentas, a veces se van a pique. En algunas ocasiones logran llegar al puerto para ser reparadas; en otras, dañadas sin remedio, se desguazan, o se hunden, cayendo bajo la superficie hacia una recóndita postrera morada entre peces y percebes'.