Mariana Alcoforado nación en Beja el 22 de abril de 1640 murió en esta misma ciudad en el convento de Nuestra Señora de la Consolación en 1723. Sus cartas, traducidas en 1669 por Gabriel de Guilleragues, conde de Lavergne de Guilleragues, se hicieron famosas en las tertulias literarias de Mme. de Sevigné. Según la tesis de A. G. Rodrígues, el conde se habría inspirado en cartas escritas por mujeres portuguesas enamoradas de militares franceses para "inventar" las cinco cartas que se atribuyen a Mariana Alcoforado.
Estas cartas constituyen un hito en la literatura epistolar por la febril vehemencia con la que ponen al desnudo las pasiones del corazón humano, pudiendo considerarse que influyeron en autores como Choderlos de Laclos o Stendhal. Reeditadas en numerosas ocasiones entre los siglos XVIII y XIX, se ha he dicho de las cartas de Mariana Alcoforado que eran "las más apasionadas y dolorosas que jamás haya recibido un amante".