claro y directo, que llega al corazón, lleno de colorido, de ejemplos, relatos e historias. Llama a las cosas por su nombre la guerra es la guerra, sin eufemismos ni circunloquios. La mayor parte de sus análisis se centran en temas de actualidad. Algunos provienen de hace más de veinte años, por lo que no centran la atención en la actualidad; aun así, el estilo de Andrés dota de permanente intemporalidad a sus comentarios de entonces, que son muy válidos en algunos de los eventos más recientes. Porque él atiende en su análisis al qué y al porqué de los sucesos, partiendo de sus conocimientos de historia, de estrategia y, sobre todo, de la naturaleza humana».