El diテ。logo entre una madre y una hija en un momento crucial de sus vidas nos invita a reflexionar sobre los lテュmites entre realidad e invenciテウn en nuestra existencia. Por el autor galardonado con el Man Booker International Prize 2017. Lo que el cuerpo sabe, como Delirio, es anテ。lisis esplテゥndido de los celos. Rotem estテ。 echada en una cama. A su lado, su hija Nili se empeテアa en leerle la novela que ha escrito describiendo la relaciテウn entre ellas. En esos folios Nili vuelca el odio hacia su madre, que no es mテ。s, ni menos, que un cテコmulo de celos por lo que la madre ha representado, por su forma de ser mujer, por su manera de soportar lo que viniera gracias a una estabilidad interior que ganテウ gobernando su cuerpo con el ejercicio fテュsico y la meditaciテウn. Hacテュa dos aテアos que no se veテュan: Nili se fue a Londres, negando sus emociones y la realidad de su propio cuerpo; pero ahora ha vuelto, y entre ambas mujeres se instala una ternura donde aテコn habitan el miedo y el rencor. Serテ。 el cuerpo -el rozar de las manos primero, la mirada despuテゥs, la piel cansada- el lugar donde empieza la reconciliaciテウn: Lo que el cuerpo sabe abre las ventanas a lo que no queremos saber. Lo que le cuerpo sabe, lo mismo que Delirio, es una de esas novelas que encienden una cerilla en esas grietas profundas del ser humano: es entonces cuando, para bien y para mal, vemos. Que nos guste o no lo que vemos, ya corre de nuestra cuenta.