HORN, GAVIN VAN / HAUSDOERFFER, JOHN
Índice
	10	Gavin Van Horn. El parentesco en acción
	22	Enrique Salmón. Un corazón arraigado: dentistas poéticos y que te llueva encima
	31	Lisa María Madera. El maravilloso mundo de la waka: lecciones de Pacha Mama frente a la desesperación
	45	John Hausdoerffer. Restauración del parentesco: ideas sobre el duelo y la esperanza desde Terrible Mountain
	63	Sean Hill. Bemidji Blues
	64	Bethany Barratt. Reconocer el parentesco
	73 	Diane Wilson. Hacer familia
	86	Sean Hill. Naturaleza muerta con estorninos y hombre
	99	Gary Paul Nabhan. Paseando la frontera: el coste de la pérdida del parentesco cuando militarizamos las fronteras
	107	Craig Santos Pérez. ginen sotobosque: (primer trimestre), (primer océano), (primer ultrasonido), (tercer trimestre), (primer cumpleaños)
	113	Lilian Pearce. Políticas de parentescos contaminados
	124	Elizabeth Bradfield. Ámbar
	126	Gavin Van Horn. Volver a ser familia
	138	Devon G. Peña. Fronteras, bordes y mosaicos cambiantes:
	sobre el parentesco en estados amurallados
	147 	Aaron Abeyta. Esta familia, no de sangre, sino de tiempo
	153	Art Goodtimes. Rehabitación
	156	Curt Meine. Sanar la tierra sagrada
	167	John Hausdoerffer. Parentesco lúdico: entrevista con Melissa Nelson
	
	181	Permisos
	182	Agradecimientos
	185	Autores 
En una época en que la lealtad humana hacia el mundo natural parece en entredicho, Parentesco ofrece historias de solidaridad que subrayan la profunda interdependencia existente entre los humanos y el mundo no humano.
	Tras la publicación del primer volumen (Parentesco. Planeta), nos sumergimos de nuevo en la honda maraña de relaciones a la que pertenecemos para entenderla como una comunidad de vida y aprender a convivir con nuestros parientes.
	A través de cosmologías, relatos míticos y prácticas cotidianas, historias llenas de sabiduría popular y colectiva, las voces que conforman este nuevo volumen Lisa María Madera, Bethany Barratt, Enrique Salmón, Diane Wilson, Devon G. Peña... nos invitan a entender que el mundo no humano es digno de nuestra consideración y responsabilidad y a adentrarnos en el camino del parentesco en acción.