A veces, destapar el alma es una forma de recordar al mundo que existimos y
que de cobardes nos convertimos en valientes, porque aquello que no nos
hemos atrevido a expresar con la palabra lo hemos hecho con lo más profundo
de nuestro ser.
El autor, mediante pequeños relatos, nos abre a un mundo de amor, de relaciones perdidas, besos y lágrimas.