El populismo de corte autoritario intenta explicar la sociedad mediante simplificaciones deterministas. Contra ese proceso, la perspectiva interseccional cuestiona tanto las categorías como los relatos comúnmente usados para pensar la sociedad. El cruce de la antropología con la interseccionalidad revela que la complejidad es la norma. Este texto ilustra, mediante casos concretos, la manera en que la antropología meridional práctica la interseccionalidad, y revela la pluralidad de relatos y de experiencias que caracterizan el mundo social. Es un libro bueno para pensar y que da qué pensar sobre el mestizo entramado de interacciones, interdependencias y contradicciones que conforman la sociedad y la vida social.