Más de veinte años después de su aparición, Firmamento devuelve a los estantes Cuaderno de México, primera incursión pública como narrador de Eduardo Lago, minuciosamente revisada por su autor. Singularísimo diario de un viaje por los estados sureños de Yucatán y Chiapas, el libro encierra el relato personal de un periplo sujeto a la inmediatez de lo cotidiano que, leído dos décadas después, ofrece un reflejo reposado de cómo una vivencia íntima es transmutada en sustancia literaria por el crisol de la memoria. La evocación de la orografía y el paisaje de las junglas y el litoral caribeños; la meticulosa descripción de las ruinas arquitectónicas; las notas sobre el léxico, las costumbres y la gastronomía del país, junto a las reflexiones acerca del turismo de masas y sus inescapables flujos componen un mosaico certero y desinhibido de la realidad observada. El envoltorio genérico del diario cambia de signo merced a un lenguaje diáfano y deliberadamente antirretórico que lanza una mirada aséptica, atenta al menor detalle, sobre la configuración de un entorno cambiante y huidizo. A su vez, los encuentros con