Fruto de un innovador proyecto educativo, vivido en el seno de la familia y de
la comunidad, esta obra explica a padres y maestros cómo crear un ambiente en
el que los niños permanezcan llenos de curiosidad y crezcan seguros de sí mismos
y de su entorno. Permitiéndoles que experimenten el mundo y lo transformen de
un modo que tenga sentido para ellos, el adulto se compromete a un aprendizaje
continuo y adaptable a las necesidades de los niños para satisfacerlas en la
medida de lo posible. En lugar de imponer un plan educativo fijo y obligatorio
para todos, la «escuela activa» valora el cuidado sistemático de procesos de
aprendizaje capaces de renovarse.