Siempre que escribo un relato corto, tengo la certeza de que he llegado al final. Ya no hay mテ。s. Pero las historias raras veces terminan conmigo. Cobran fuerza, peso y complejidad. Comienzan a dar vueltas y ejercen cierta influencia centrテュfuga. Nunca me planteo mis cuentos como si fueran novelas; sin embargo, parece ser que la forma en que suelo escribir mis novelas (aunque no siempre) consiste en empezar con historias que ya estテ。n concluidas en mi cabeza.
La mayorテュa de los cuentos de esta antologテュa son esos textos germinales que no han querido soltarme. Algunos han esperado muchos aテアos para abrirse paso en mis novelas. Otros fueron publicados primero en revistas. Otros permanecieron en mis cuadernos hasta que decidテュ acabarlos para esta colecciテウn y aparecen publicados ahora por primera vez.
LOUISE ERDRICH
Mujeres masculinas, fantテ。sticos deportivos cargados de historias familiares, llanuras escarpadas, rテュos caudalosos, tozudez y entropテュa; Todos estos elementos se entrelazan en esta cautivadora antologテュa de cuentos de la ganadora del National Book Award, Louise Erdrich. Muchos de sus protagonistas son indios americanos (sobre todo chipewa, kapshaw y ojibwe), de ascendencia diversa (francesa, alemana, etcテゥtera) y pocos medios. Los relatos se centran en los personajes y en los misterios del dテュa a dテュa, se enraテュzan en el folclore pero alcanzan la vida moderna, resultan frescos por su manejo del absurdo y su sentido del humor tirante.
Los admiradores de Erdrich recibirテ。n con los brazos abiertos a viejos conocidos como Gerry Nanapush, Margaret Kashpaw o Fleur Pillager, mientras que los neテウfitos encontrarテ。n en estas historias un buen punto de iniciaciテウn.
Excepcional colecciテウn de relatos, una clase magistral de narrativa breve que confirma la reputaciテウn de Erdrich y asegura su posiciテウn en el panteテウn de los cuentistas estadounidenses, junto a figuras tan eminentes como Flannery O;Connor o Charles Baxter.