Javier Moro recrea en Mi pecado una historia que sucedió realmente. Su protagonista es la actriz española Conchita Montenegro quien, en 1930 con apenas 19 años, desembarcó en Hollywood.
Gracias a su belleza, inteligencia, personalidad y tesón, la joven promesa se hizo un hueco entre las principales estrellas del momento. Su extraordinaria mirada cautivó a Leslie Howard, uno de los actores más célebres de la época, un hombre casado que le doblaba la edad. Los amantes vivieron su idilio entre fiestas de ensueño y estrenos triunfales, paseos a caballo y vuelos en avioneta por la costa de California, entre la pasión y el engaño.