Desde mis primeros relatos hasta los últimos, a lo largo de más de cuarenta años, los lectores y quizá más aún las lectoras, han sido también protagonistas relevantes de algunas de mis historias. Por eso casi desde la primera línea, trato de que se inmiscuyan en el relato y también los convoco en los artículos. Solo contando con su colaboración cobra sentido cuanto contamos y puede llegar a completarse. Son esos lectores y lectoras, casi siempre desconocidos, los únicos que pueden dar razón de mi texto e incluso de mí misma, de quien lo ha escrito. Si ellos no existieran, es probable que yo tampoco. (CARME RIERA)[S]i hay algo que cruza impenitentemente el quehacer profesional de la escritora y académica Carme Riera es su osadía para deambular con sensibilidad, lucidez e inteligencia en lo revelador de las lindes y casi me atrevería a decir el haber hecho de ese incómodo lugar fronterizo una especie de imperativo ético y artístico, un motor para toda índole de escritura. Y los artículos que conforman este volumen no son, para nada, una excepción. [...]. La patria de Carme Riera (debería decir matria) es, pre