"Sobre la antigua disciplina de la retórica recayeron sucesivas condenas capitales durante los siglos XIX y XX. Con su actual resurgimiento triunfal y con la estable dignidad científica e institucional que ha conquistado, convive, inmutable, el sentido peyorativo que arrastra la palabra: ""retórica"" como declamación, frialdad, exceso, ostentación, degeneración del estilo.